POTAJE DE CUARESMA

El Potaje de Cuaresma está mucho más rico si se toma de un día para otro.

Los ingredientes se asientan, se mezclan los sabores, y obtenemos lo mejor de ellos.

Ingredientes:

300 gr de garbanzos

350 gr de bacalao desmigado (ver trucos)

200 gr. de espinacas frescas o acelgas

1 cebolla

3 dientes de ajo

1 o 2 hojas de laurel

2 huevos

1 o 2 cucharaditas de pimentón dulce

1 cucharada de harina

perejil

Aceite de oliva

Sal

Si vas a hacer el potaje de un día para otro realiza esto dos noches antes al día de la degustación. O también puedes empezar la mañana del día anterior a la degustación del potaje, y cocinar esa  noche.

1.- Poner a remojo los garbanzos en agua caliente con  1/2 cucharada de sal. 

2.- Lavar el bacalao desmigado y dejarlo en un bol con agua en el frigorífico, cambiando el agua de vez en cuando. 

3.- Escurrir el agua del remojo y poner los garbanzos en la olla exprés junto con la cebolla pelada y cortada a la mitad, las hojas de laurel, los dientes de ajo pelados y una pizca de sal.

      Cubrir con agua. 

      Cuando rompa a hervir, desespumar.

      Cerrar la olla y cuando tome temperatura, mantener la cocción a fuego bajo alrededor de 15 min.

Mientras tanto, lavar y limpiar las espinacas, 

o utilizar las que ya vienen listas para 

cocinar.

   
  4.- Escaldar las espinacas en agua hirviendo durante 1 min.

      Lavar con agua fría, escurrir y reservar.

     

      5.- Poner a hervir los 2 huevos 5 min. que queden duros.

     

Dejar templar la olla antes de abrirla.

Retirar la cebolla y la hojas de laurel.

6.- Añadir las espinacas y el bacalao reservados

y dejar cocer a fuego medio-bajo 15 min. sin tapar la olla.

7.- Machacar un diente de ajo con el perejil.

8.- Preparar un sofrito en una sartén con un par de cucharadas de aceite y la harina; añadir un poco de caldo de cocción, la mezcla machacada de ajo y perejil y por último el pimentón.

Añadir el sofrito a la olla y remover con cuidado.

9.- Incorporar los huevos picados en cuadraditos. 

Rectificar el punto de sal y dejar cocer otros cinco min. más.

Al día siguiente calentamos el Potaje de Cuaresma y estará listo para degustar.

Parece complicado, pero no lo es.

Merece la pena, ya que es un plato típico del Viernes Santo, que no se suele comer otro día del año.