martes, 19 de mayo de 2020

Los Huevos y la "Riqueza del Castellano"

No es ninguna receta, es un a propósito de.....
Los Huevos y  


la "Riqueza del Castellano"

Hay un anónimo que está en internet desde hace tiempo, "Riqueza del Castellano" que hace referencia a los huevos y, como éste, pretende ser un blog que os ayude en las cuestiones culinarias, creo que puede resultar interesante a la par que instructivo, y dice así:






Un ejemplo de la riqueza del lenguaje castellano, es el número de acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada, que hace referencia a los atributos masculinos, "huevos".





Si va acompañada de un numeral, tiene distintos significados según el número utilizado. Así, "uno" significa caro o costoso (vale un huevo). "Dos", significa valentía (con dos huevos). "Tres" significa desprecio (me importa tres huevos) y un número elevado suele apuntar a una gran dificultad (conseguirlo me costó veinte pares de huevos).


Del mismo modo, el verbo cambia el significado: 
"Tener" indica valentía (ese tiene huevos); pero también censura, admiración o sorpresa (¡tiene huevos!).


"Poner" expresa un reto o aplomo; especialmente si se ponen en determinados lugares (puso los huevos encima de la mesa).


Junto al verbo "tocar" en tiempo presente implica molestia, hastío o indiferencia (me toca los huevos); el reflexivo significa vagancia (se toca los huevos), pero el imperativo significa sorpresa (¡tócate los huevos!) e incluso desafío (¡tócame los huevos, anda!).


También se los utiliza para apostar (me apuesto los huevos) o para amenazar (te corto los huevos, no me toques los huevos).

Los prefijos o sufijos modulan su significado: 
"a" expresa miedo (ahuevado, (acojonado)); "des" implica cansancio, desánimo (deshuevado), (en este caso no ocurre como con su sinónimo, ya que descojonarse implica regocijo); "udo" indica calidad o perfección (huevudo) y "azo" u "on" se refiere a la indolencia o abulia (huevazo, huevón).


Las preposiciones matizan la expresión: "De" significa éxito (me salió de huevos) o intensidad (hacía un frío de huevos); "por" expresa voluntariedad e intransigencia (por huevos!); "hasta" define el límite de aguante (estoy hasta los huevos), y cuando uno se encuentra perplejo los solicita: ¡manda huevos!.

También se recurre a ellos como origen de voluntad inapelable (porque me sale de los huevos)



En cuanto al color, forma, textura o tamaño, los significados son ricos y variados.



Un color violeta define bajas temperaturas (se me quedaron los huevos morados de frío); la forma, posición y tamaño, expresan pachorra y tranquilidad (tiene los huevos cuadrados, se pisa los huevos) o como coherencia (los tiene bien puestos); pero el desgaste implica hastío (tenía los huevos pelados de repetirlo). 






Tampoco faltan referencias históricas  ("Tienes más huevos que el caballo de Espartero") en alusión al tamaño de los testículos del caballo de la estatua situada en Madrid en la confluencia de la calle Alcalá y O´Donell, y se usa para aludir a la valentía o bravura de alguien en una situación complicada.  Este tamaño no debe superarse, porque entonces indica torpeza o vagancia (le cuelgan, se los pisa o se sienta sobre ellos)


En resúmen, son muy pocas las palabras en castellano u otros idiomas con tan variado número de acepciones. 



¡Cuestión de huevos  Cuestión de huevos!!


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